LA GRADA Y LA ESCENA

La idea de hacer perder el miedo escénico a los estudiantes del centro de Artes Escenicas de Madrid, nos llevo a proyectar un edificio donde “TODO” era grada, y “TODO” era escena. La relación entre las diferentes disciplinas y la necesidad intrínseca de ofrecer diferentes grados de privacidad ordenaron todo el programa, donde el esquema de circulaciones termino por hilvanarlo todo. Integrado en plena naturaleza, en C.A.I.M. vuelven a ser las propias curvas de nivel del terreno las responsables de generar toda la geometría de este proyecto arquitectónico donde la sostenibilidad de los procesos constructivos se llevaron al extremo.